- Escrito por Edwin Umaña Peña
- Publicado en Ensayo
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Aspectos del género negro en "Feliz año nuevo" y "Paseo nocturno" de Rubem Fonseca
Rubem Fonseca ha publicado 17 libros de relatos, 11 novelas y un libro de crónicas y artículos. Además, en el año 2001 publicó “José”, una breve autobiografía, donde relata sus años de infancia y de estudiante universitario. A pesar de que comenzó a publicar a los 38 años, es un autor muy prolífico, que a sus 93 años continúa escribiendo y publicando. A continuación se van a exponer algunos de los aportes que el escritor brasileño han hecho al género negro latinoamericano.
Violencia y crueldad explícita en la obra de Rubem Fonseca
En un momento en que el boom latinoamericano impactaba en el mundo entero, con relatos rurales y urbanos, bajo un estilo bastante barroco y con la presencia del realismo mágico, Rubem Fonseca realizaba una propuesta diferente que poco a poco ganó espacio entre lectores y crítica. La obra se Fonseca se caracteriza por tener una prosa directa, ausente de barroquismo, con un especial trabajo con el lenguaje en la expresión de la violencia. Son relatos con escenas de crueldad explícita, muy visuales, que pueden llegar a generar rechazo. Otro aspecto importante es el acertado retrato del dialecto de los personajes en sus obras, tanto de la alta burguesía carioca como de los marginales, delincuentes y asesinos, del habla de la calle.
La novela guión propuesta por Fonseca
La influencia del cine también es notoria en su obra. Fonseca trabaja muy bien las imágenes y sus relatos son muy visuales, no es gratuito que el autor también haya escrito guiones para reconocidos directores brasileños, como Walter Salles. Incluso se atrevió a proponer una forma literaria, la “novela-guión”, con la publicación de la novela “O selvagem da opera” en el año 1992. En la introducción de la obra el autor explica su propuesta: una novela escrita con técnicas del guión cinematográfico.
La obra de Fonseca se desarrolla en su mayoría en la ciudad de Río de Janeiro, bajo las premisas del género negro urbano. Sin embargo, hay momentos en sus novelas en que el relato se desplaza a ambientes rurales, como ocurre en “El gran arte” y en “Bufo y Spallanzani”. Sus temas más usuales giran alrededor de la violencia, la crueldad, la ambición, la doble moral, el cinismo, la corrupción, el materialismo, la marginalidad y la alta burguesía, el cuerpo, el amor y el eros.
El libro de cuentos “Feliz año nuevo”: la censura y “el brutalismo”
En 1975, Fonseca publicó el libro de relatos “Feliz año nuevo”. Meses después el libro fue censurado y retirado de las librerías. Brasil se encontraba gobernado por la dictadura, los censores argumentaban que el lenguaje vulgar que hablaban los personajes, así como la extrema violencia y la exposición explícita de algunas escenas eróticas afectaban la moral y las buenas costumbres.
El autor brasileño asumió personalmente la defensa de su libro, algo que era posible gracias a su pasado como abogado litigante. Fonseca ganó el juicio y el libro fue liberado cuatro años después. La censura tuvo un efecto inverso a lo esperado ya que hizo que Rubem Fonseca ganara popularidad. Así mismo, generó el interés de la crítica, que ya había destacado su primera novela, “El caso Morel”, publicada dos años antes.
El tratamiento de la violencia en la obra llamó notoriamente la atención, a tal punto que a esta forma narrativa le asignaron un nombre: “el brutalismo”. A continuación se analizarán dos de los relatos de este libro, “Feliz año nuevo” y “Paseo nocturno”, donde se apreciarán las características del género negro en la obra de este autor.
La exploración del lenguaje del bajo mundo
En el cuento “Feliz año nuevo” se relata el asalto a una casa de la alta burguesía de Río de Janeiro. Los protagonistas son tres malandros, Zequinha, Pereba y el narrador, de quien no se sabe el nombre. Estos tres personajes deciden ir a robar durante la noche vieja, pues están pasando por un mal momento y quieren recibir de buena forma el año nuevo. Ellos viven en un edificio maltrecho, sin los servicios básicos, en precarias condiciones. Doña Candinha, una simpática anciana que vive allí, es quien les guarda las armas.
Durante el asalto cometen toda clase de atrocidades, como la violación de una mujer o el robo de las joyas a una anciana, a quien terminan arrancando un dedo. Al final los malandros logran su cometido y terminan celebrando, felices, la llegada del año nuevo. En la siguiente figura vemos el esquema del relato en función de las estructuras que intervienen:
Criminales con voz propia
En este cuento se aprecia la propuesta de Fonseca en función de las características del género negro (Ver: El género negro en la literatura, sus características y parámetros). Aquí no hay un investigador y el relato se enfoca en mostrar el universo de los criminales. Un universo ambiguo, que da cabida a sentimientos de agradecimiento y cariño, entre los malhechores y la anciana del edificio, Doña Candinha, y al mismo tiempo expone con frialdad, y humor negro, la crueldad del asalto.
Los criminales, la pandilla de asaltantes, hablan con voz propia, siendo el dialecto del narrador uno de los valores principales de este cuento. El lenguaje del bajo mundo aporta verosimilitud y eficacia para el propósito del autor: la expresión del resentimiento de las clases bajas ante una burguesía afortunada que vive bien gracias a su alianza con la dictadura. En ese sentido, los asaltantes consideran que su asalto no es más que un ajuste de cuentas transformado en una forma propia de “justicia social”. No hay ninguna institución policial presente y la víctima, la alta burguesía, se muestra casi indefensa ante la rabia de los asaltantes.
Como se comentó, la narración, con gran carga de violencia en la ejecución del crimen, llega a ser polémica, pero necesaria en la intención del autor, y se presenta aquí un ejemplo perfecto de un relato de género negro donde los criminales exponen su propia moral y la hacen valer.
“Paseo nocturno”: el hartazgo de la burguesía
En este relato se presenta el mismo esquema que en el cuento anterior, pero hay una variación en los personajes. Ahora el criminal es un miembro de la alta burguesía, que en las noches, para relajarse de la presión del trabajo, sale en su veloz y moderno auto a atropellar a la gente.
La moral retorcida de la alta burguesía
Si en “Feliz año nuevo” el narrador era un malandro, ahora es un alto ejecutivo. El lenguaje es diferente, más elegante, sofisticado, pero la perversidad es la misma. Si antes había resentimiento por la carencia y desigualdad social, ahora hay cinismo y hartazgo ante la opulencia. Hay un desprecio por el otro, el de una clase social inferior, este personaje burgués tiene su propia moral, igual de retorcida a la del malandro.
Aquí tampoco hay investigador, ni institución policial. El crimen, los atropellamientos, se narran de forma explícita también, llevando las escenas a momentos de ultra crueldad donde las víctimas, los ciudadanos trabajadores, son arrasados por esta violencia. Si antes, en “Feliz año nuevo” los asaltantes brindaban, al finalizar el relato, para celebrar la llegada del nuevo año, ahora este ejecutivo llega a casa más relajado, después de cometer los atropellamientos, y se sienta cómodo en su sofá a disfrutar de un buen trago.
Es claro cómo Fonseca emplea el mismo esquema, pero varía los personajes y situaciones, para indicar al lector las formas de la presencia de la violencia en la cotidianidad de la sociedad, en todos los estratos sociales. No hay salvación, no hay justicia, hay un enfrentamiento entre clases sociales, fruto del resentimiento, del desprecio y de la desigualdad en una sociedad materialista.
Edwin Umaña Peña
Escritor, guionista y docente universitario.
Autor del libro de cuentos "Amor Sexo Decepción" (2021) y de la novela "La conspiración de los farsantes" (2017).